El Reto

Unos amigos míos realizaron el camino en bicicleta ya hará unos años, en esa época, yo todavía no andaba mucho con la bici, a decir la verdad nada, le daba más al fútbol y otros deportes. Uno de mis amigos, Miguel, a la vuelta del camino decidió comprarse una bici nueva y me vendió la suya, era una Arrow rígida, tan rígida que no podía bajar el sillín, ahora pienso porque quiso deshacerse de ella. Bueno el problema estaba resuelto porque más o menos somos de la misma altura, yo siempre tirando por lo alto.
Con esa bici me inicié en la mountain bike, estuve unos años utilizándola, hasta que me di cuenta de que no podía seguir con ella, a medida que aumenté las salidas, también aumentó mis dolores de espalda y cervicales, ya que la talla era un poco grande, además necesitaba algo más y me decidí por una bicicleta doble, si ya sé que pesa más, pero prefiero un poco más de peso y un poco más de comodidad.
Ahora hará unos tres años que empecé a darle la paliza a Noelia con el camino de Santiago, pero no podíamos ir por dos razones una porque ella todavía no hacía bicicleta y otra porque tenemos dos niños, bueno un niño y una niña, bueno el niño tiene dieciseis años y él no hubiera sido el problema porque se quedaría fácil con la abuela, el problema era la niña, que ahora tiene cinco y que todavía era muy pequeña para quedarse tantos días, ¡benditos abuelos sino fuera por ellos!
El año pasado Noelia se compró una bicicleta y empezó a salir conmigo, no tuvo problema en engancharse, porque está en forma, ya que desde hace años que va al gimnasio y en él hace sus clases de spinning.
Este año me sorprendió un día cuando me dijo que había visto una página por internet donde había una amplia información sobre el camino de Santiago y sobre sus etapas y albergues. Había llegado el momento, el reto era posible...